¿Alguna vez te has preguntado qué componentes lleva un teléfono móvil? Si estás leyendo este artículo es porque seguramente te lo has preguntado, por lo que a continuación vamos a explicar los componentes de un móvil.

Las partes de un teléfono móvil son: la placa base o tarjeta madre, la CPU o microprocesador, los sensores, las antenas, la GPU o unidad de procesamiento gráfico, la batería o administrador de energía, las memorias, la refrigeración líquida, las cámaras y la pantalla.

Placa base/Tarjeta madre:

La placa base es un circuito impreso encargado de integrar el resto de componentes internos de tu smartphone, que permite conectar electrónicamente todos los componentes, incorporados mediante zócalos, ranuras o conjuntos de circuitos electrónicos. En la placa base también podemos encontrar otros componentes importantes como el reloj interno del teléfono o la BIOS.
 
 
Placa base de un móvil
Foto de Magnus Engø en Unsplash

Microprocesador/CPU:

El microprocesador es la unidad de procesamiento de nuestro smartphone y ejecuta todo lo que tú quieres que el móvil haga. El elemento principal del microprocesador es el núcleo o core, ya que es el que lee y ejecuta las instrucciones. Antiguamente, los microprocesadores tenían un solo núcleo, pero ahora suelen tener 4 (algunos tienen incluso 6 u 8). Cuantos más núcleos tenga un microprocesador, más rápido irá el teléfono, puesto que las tareas que quieras que tu teléfono ejecute podrán repartirse con mayor velocidad.
 

Sensores:

Nuestros smartphones tienen un buen número de sensores que le permiten "relacionarse" con el entorno, lo que provoca que tengamos acceso a una buena cantidad de datos y funciones que son de uso cotidiano en nuestro teléfono. Entre estos sensores se encuentran el giroscopio [detecta la rotación a la que se somete el teléfono que gira alrededor de un eje de simetría, por lo que permite cambiar la orientación de nuestra pantalla (vertical y horizontal), muy útil para ver videos o para juegos], la brújula digital (indica en que dirección se encuentran los polos magnéticos de la tierra, por lo que es muy útil para aplicaciones como el Google Maps), el sensor táctil [puede ser resistivo (no depende de la propiedad eléctrica de la capacitancia, esto significa que permiten el uso de materiales no conductores como el lápiz óptico o el dedo envuelto en un guante) o capacitivo (es un dispositivo que presenta un comportamiento similar a un pulsador, pero puede ser activado con poca o ninguna presión, es decir, solo funcionan si les das con un dedo)], el acelerómetro (detecta las aceleraciones a las que se ve sometido el teléfono. Normalmente, está integrado en el SoC y nos permite detectar el giro, la vibración y la inclinación del teléfono), sensor de luz (recoge información de la luz ambiental que tenemos y la traduce a señales eléctricas que entiende el terminal. Con esta información, el móvil puede adaptar el brillo de la pantalla para optimizar la visibilidad y comodidad de su uso), etc.

Antenas:

Las antenas en los móviles actuales se encuentran en el interior del mismo, gracias a su pequeño tamaño (antiguamente sobresalían de la parte posterior derecha o izquierda del teléfono). Son necesarias para las distintas recepciones y conexiones exteriores de los smartphones, como pueden ser el Wifi; 2G, 3G y 4G; Bluetooth; radio o GPS, además de la propia señal del teléfono. Son, por tanto, elementos imprescindibles para el uso diario de nuestros dispositivos.

Unidad de procesamiento gráfico/CPU:

La misión de la unidad de procesamiento gráfico es aligerar el trabajo de la CPU, procesando las operaciones gráficas de nuestro teléfono. Este componente es muy importante a la hora de ejecutar aplicaciones con gran carga visual o videojuegos, y propicia que la velocidad del smartphone no se vea mermada cuando lo hacemos.

Batería/Administrador de energía:

La batería indica la energía que necesita nuestro smartphone para funcionar y, por tanto, de ella depende la autonomía del mismo y el tiempo que podemos utilizarlo antes de que necesite ser cargado.

Memorias:

Existen 2 tipos básicos de memoria en los smartphones: La RAM (Random Access Memory) y la ROM o de almacenamiento interno.

La RAM permite al teléfono acceder a los archivos para realizar las tareas básicas. Cuanto mayor sea la RAM de nuestro dispositivo, más rápido podrá realizar las tareas que le indiquemos.
 
La ROM funciona como el almacenamiento interno del teléfono. También es muy importante para su funcionamiento, ya que este espacio es vital para los archivos del sistema y el resto de archivos que son necesarios para el teléfono. Esta memoria también la utilizamos para almacenar nuestras aplicaciones, fotos o videos. El almacenamiento interno puede ser complementado con tarjetas externas tipo SD.

Memoria de un móvil
Imagen de Freepik
 

Motor áptico:

El motor áptico permite conocer el nivel de presión que se aplica sobre la pantalla y actuar de manera diferente en consecuencia, es decir, el motor se encarga de regular las vibraciones de cada dispositivo, y responde a la presión que se le aplique en la pantalla del dispositivo.

Refrigeración líquida:

La refrigeración líquida de nuestros teléfonos es una tecnología que permite enfriar el procesador de nuestro smartphone y optimizar su uso. Su funcionamiento consiste en utilizar unas tuberías que transportan el líquido refrigerante y llevar el calor de tu smartphone a otras partes del teléfono, lo que enfriará el espacio que está sometido a mayor temperatura. Tras condensarse el vapor, regresa al estado líquido y sigue como tal su recorrido.

Cámaras:

Actualmente, utilizamos mucho la cámara de nuestros teléfonos; sin embargo, su funcionamiento interno es bastante complejo. Las cámaras de los smartphones tienen su propia estructura con multitud de componentes imprescindibles para su funcionamiento: la lente (se encarga de capturar, dirigir y enfocar la luz de forma adecuada), el sensor de imagen (convierte la luz que recibe en señales eléctricas) o el filtro de color (permite que los sensores perciban los colores y puedan interpretarlos).


Pantalla:

En las pantallas de los móviles vamos a encontrar 2 tecnologías: LCD y OLED. 
 
Las pantallas LCD, son las de cristal líquido, y funcionan igual que la de los monitores de los ordenadores, aprovechando las características del cristal líquido, para dejar pasar la luz o no en función de su polaridad.
 
Las pantallas OLED (Organic Light-Emitting Diode) utilizan LED como retroiluminación. Produciendo luz por ellas mismas, cosa que no pueden hacer las pantallas LCD. De esta forma consiguen colores más realistas, reducen el consumo y obtienen mejores tiempos de respuesta.

Es increíble cuantos elementos lleva un teléfono por dentro. ¿Cuál es el elemento que más os ha llamado la atención? Como siempre os invito a que dejéis vuestras opiniones/ preguntas en los comentarios. A mí los sensores, ya que no sabía que había tantos tipos de sensores y algunos no conocía su funcionamiento.

Si quieres conocer cómo han ido cambiando los móviles a lo largo de los años te invito a leer el siguiente artículo: Evolución de los teléfonos móviles.

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